sábado, 29 de noviembre de 2008

Volviendo adelante

supongo que es raro el intentar nuevamente colocar palabras sueltas
en este espacio, después de tanto tiempo soltando ideas en otros
lares este pequeño rincón de nada quedo algo solitario.
que triste

vuelvo ahora, así como el perro arrepentido (o judío como escuché
en una versión nueva y conmovedora) vuelvo con esas miradas tan
tiernas, el hocico partido (figurativamente) y el rabo entre las
piernas. aunque con la ridícula esperanza de que al fin pueda lograr
algo entre tanta palabra desperdiciada - siempre fui un fanático
de las orgías textuales... tómese en el buen sentido... si es que lo hay -

para los que se pregunten ¿qué hay de nuevo? les diré que no mucho..
como era de esperarse supongo. sigo en mi cruzada por controlar mi
manera exageradamente ensayística de escribir más que nada para no
recibir tanta queja a mi parecer innecesaria.

el mundo sigue girando y para bien o para mal estamos pegados a la
superficie, calcinados por el inclemente sol, congelados por el
benefactor gélido boreal.

como siempre he tratado de aclarar, no busquen sentido a las
palabras que puedan encontrarse en mi trabajo sin un titulo
cercano a un trabajo formal, por lo general estas prosas libres
no son más que liberaciones tensionales de una mente demasiado
acostumbrada al barroco de ideas. ya sea que trate de darle
significados innecesarios a cosas necesarias o le quite importancia
a cosas que deberían tenerlas en mundos por completo descartables

a fin de cuentas somos la idea frenética de algún buen escritor y
de no ser así debo reconocer una excelente trama en este mundo.
no se como empieza y menos como termina, así que si me perdonan
seguiré leyendo esta vida, más por curiosidad que por un sentido
de pertenencia.

bon apetit a la vida... no es tan salada como puedes creer, pero
vaya que logra ser agridulce a momentos.

¿Tan peligrosa es la piedra de la locura?

¿Tan peligrosa es la piedra de la locura?